El otoño y el cuidado de tu jardín

Entrando en septiembre comienzan a acortarse los días y aparecen las primeras heladas, lo que puede afectar a nuestras plantas. Es por este motivo que debemos empezar a preparar nuestro jardín para la llegada del otoño y del invierno, cambiando las rutinas y tareas a realizar.

Poda y Limpieza

Las dos tareas fundamentales para adecuar el jardín al frio son la poda y la limpieza, lo que sirve para sanearlo y que coja más fuerza.

La poda es un proceso que consiste en eliminar ciertas ramificaciones de una planta o de un árbol para lograr que su desarrollo sea más fuerte y que sus frutos rindan más.

Son muy importantes tanto la técnica como el momento de hacerla, que variarán en función de la planta, su edad y circunstancias, cada árbol exige un tipo de poda diferente. Por lo tanto es conveniente pedir consejo a expertos o consultar la documentación apropiada.

Existen diferentes tipos de poda.  Saneamiento: Mejora la salud del árbol o el arbusto, atajando enfermedades o plagas. Para ello se eliminan las ramas muertas, enfermas o débiles; Seguridad: Previene el desplome de ramas dañadas o inestables; Formación: El objetivo es configurar el aspecto de la planta, dar una estructura adecuada. Se cortarán ramas sanas para obtener la forma deseada o si resultan molestas al cruzarse indebidamente con otras, obstruyendo el paso de personas o vehículos, ocultando señales, etc.; Fructificación: Para obtener mayores y mejores flores o frutos.

Si no estamos seguros conviene podar de menos antes de correr el riesgo de pasarse con la sierra, ya que después de una poda muy drástica el árbol corre el riesgo de quedar muy dañado e incluso puede llegar a morir.

Para llevar a cabo la limpieza, se puede empezar retirando las zonas marchitas y las hojas secas. De esta manera, estaremos ayudando a que la planta no pierda energía en zonas que ya están muertas y se concentre en prepararse para el frío. Además, es una buena época para quitar las malas hierbas y evitar que se propaguen. Para estas tareas de limpieza no necesitamos muchas herramientas, solo unos buenos guantes de jardín y una tijera de mano serán suficientes.

Riego

En otoño hay que regar con menos frecuencia que en verano, en zonas lluviosas incluso puede que no sea necesario regar. En cambio, si estás en una zona donde sigue haciendo calor no debes descuidar el riego, sobre todo en las plantas recién sembradas.

Si tienes sistemas de riego automáticos debes reprogramarlos y adecuarlos a las necesidades de tu jardín y a la zona donde estés.

En las macetas ubicadas en interior también tendremos que reducir el riego, y sobre todo hay que alejarlas de las fuentes de calor directo para que no se resequen. También es importante revisar el drenaje de las macetas, que a veces se obstruye provocando un exceso de humedad que puede llevar a la aparición de hongos. Los árboles de tu jardín que sean de hoja caduca debes dejar de regar hasta que se hayan caído todas las hojas, y entonces regar con poca cantidad de agua. Hasta que lleguen las heladas de invierno, que no se volverá a regar hasta primavera.

Plagas y hongos

Existe una serie de plagas que se mantienen activas durante los meses otoñales, sobre todo en zonas con temperaturas suaves. Además, tras el verano, las primeras lluvias o los cambios de temperatura, puede que tus plantas estén debilitadas.

Se recomienda que sigamos aplicando los tratamientos para fortalecer las plantas e insecticidas. En el caso de que metas alguna planta de exterior a interior, tienes que vigilar que no entren con plagas que puedan contagiar a las demás.

Abono

Es muy importante abonar tus plantas en otoño, para prepararlas y fortalecerlas antes de que llegue el frío del invierno, de modo que les afecte lo menos posible. Quizás tengas que cambiar el tipo de abono, para ello deberás mirar las fichas técnicas de los productos y así saber cuáles son las más adecuadas para tus plantas en otoño.

Siembra

Septiembre es un mes idóneo para plantar rosales, árboles y arbustos. El suelo ahora todavía está caliente, por lo que se forman con rapidez nuevas raíces. De este modo los ejemplares quedarán bien arraigados antes de que llegue el invierno.

A primeros de otoño es el mejor momento para sembrar o replantar el césped. También puedes hacer esquejes y sembrarlos, sobre todo las plantas de exterior y flores de temporada que resistan bien las bajas temperaturas.

Aun así, deberás tener cuidado con las primeras heladas, ya que el frio y el exceso de humedad pueden estropear las plantas recién sembradas.

No te olvides de tu jardín en otoño, una época estupenda para seguir disfrutándolo.

Redacción Ferretería Prosperidad

Shopping cart

close